viernes, 10 de octubre de 2008

icono

A mi me interesan los iconos,como imágenes poderosas, que se han independizado ya hace siglos de las manos de los seres humanos.
Mi trabajo ,por lo menos una gran parte de el, se centra en ellos.

Casi todos los iconos tienen los mismos elementos; son sencillos, etéreos, serenos, luminosos, están aislados y flotan en el aire, intocables.......sagrados.
Los iconos evocan el origen o lo original de algo, una realidad que es imperceptible de forma objetiva.
El mismo problema se presenta en el análisis de lo real y la realidad. (pero eso es mas asunto de Kant y Lacan)
Es como ver un árbol y saber que debajo, en la tierra, están las raíces, no las vemos pero sabemos que están ahí, todos los arboles las tienen y los iconos también.
La diferencia entre las raíces del árbol y las raíces que percibimos que el icono tiene esta, en que las unas las podremos ver si las desenterramos y las otras no.

Los seres humanos, por mas evolucionados que creamos estar, arrastramos también esos pequeños rastros de origen-original.
Esos rastros, en mi trabajo, están concretizados a través de la imagen de la carne.
Desde hace tiempo que su imagen juega un doble rol en la sociedad, entre banal, perecedera, animal, ella también es sagrada como elemento de sacrificios o símbolo de Cristo quien se hizo carne para estar entre los hombres.

Pero no solo es una cuestión física, también hay ciertos personajes en nuestra sociedad que me llaman la atención, porque su comportamiento evoca ese origen-original de algo que también se encuentra fuera de su control y de su lógica.
En este punto es cuando me intereso en la antropología para poder entender un poco los comportamientos "originales" del ser humano.

Entonces entre los iconos, la carne y la antropología tal vez pueda "aclarar" ciertas imágenes que desde hace unos anios llevo haciendo.

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